BLOG
¿Qué hacer en el improbable caso de que un okupa quiera pagar los recibos de la comunidad de vecinos?
De la familia de okupas que lleva viviendo casi un año en el piso tercero puerta C sólo queda Luis, un veinteañero risueño que poco a poco se ha ganado el corazón de algunos vecinos. Es más, hasta el banco, que es el actual propietario de la vivienda okupada, ha cejado, de momento, en su empeño de echar a su particular inquilino.
Luis, que ha conseguido un trabajo en una floristería, quiere ser un vecino ejemplar más y tras conocer el retraso que en el pago de cuotas de comunidad acumula paradójicamente el banco, ha planteado a Rocío, la presidenta, ser el nuevo pagador. Como lo leéis. Rocío, que es una de las vecinas que tiene simpatía por el okupa, ha recibido con entusiasmo esta propuesta, amén de los baches económicos por los que normalmente pasa la comunidad. Incluso le ha prometido levantarle el veto de
acceso a la piscina.
Sin embargo, no todos los propietarios están conformes con esta decisión. «Si permitimos que el okupa pague la comunidad, estamos de algún modo apoyando esta práctica que, no olvidemos, es ilegal», sostiene Lucas. «Preguntemos a Antonio que, como administrador de la finca, nos tiene que asesorar en este tema», propuso Rocío ante un pequeño corrillo de vecinos que todavía no se habían ido de vacaciones.
Dicho y hecho. Según el administrador, y aunque el Código Civil permite que un tercero «de buena fe» pueda hacer frente al pago del deudor, «la comunidad no debe aceptar el pago por parte del okupa».
«Aunque el edificio necesite de un fondo económico más holgado, es mi obligación ponerme en contacto con el banco, como propietario que es del piso okupado, para informarle de este asunto», manifestó Luis. «Si Luis paga las cuotas de comunidad, llegado el momento puede hacer dudar al juez que existe un pacto verbal de alquiler con el banco y así evitar la desocupación de la vivienda», aclaró Antonio. «Y no dudo de la bondad que pueda tener el okupa, pero su familia u otros okupas pueden volver al piso si la situación no se aclara».
